Analizando la incidencia de la publicidad exterior en la contaminación visual

25.11.09

Arte callejero en Buenos Aires

El “street art”, también llamado arte callejero llegó a Buenos Aires en los 90, con la llegada de artistas extranjeros y algunos argentinos que habían aprendido a hacer grafiti en Europa, Estados Unidos o dentro de la carrera de Diseño Gráfico de la UBA, tomando a la calle como un soporte más para expresarse. El movimiento se consolidó cuando llegó la pintura en spray catalana Montana Colors, en el año 2001. En el 2004, con la visita del artista inglés The London Police, se le dio una mirada más seria a esta actividad, y se pintó el mural en la planta eléctrica de Edenor, en Colegiales.

Los artistas pintan sobre paredones descuidados, construcciones abandonadas y espacios públicos degradados, entre otros. Los barrios más intervenidos son Colegiales, Palermo, Belgrano, Barracas y San Telmo. La ventaja que tienen sobre otros países es la gran cantidad de espacios de los que disponen y la libertad para llevar a cabo su arte, ya que, a pesar de no estar permitido, la policía no los persigue como en Nueva York y Londres, donde está prohibida la pintura de espacios públicos.

En ocasiones, son los propios vecinos quienes piden un mural, porque están cansados de que les ensucien el frente con consignas políticas y por darse cuenta de que nadie pinta encima de sus obras.

El arte urbano también se emplea con fines comerciales. En Palermo, un mural publicita una bebida energizante. También tuvo lugar el Puma Urban Art, un festival en el Auditorio de Buenos Aires, que difunde lo último del género mientras promociona la marca deportiva.

La esquina de Jorge Newbery y Zapiola, en el barrio de Colegiales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fue pintada por Pablo Harymbat (32), bajo el seudónimo de "Gualicho" por encargo para la sede de una productora de cine y publicidad que se encuentra en dicha direción.

Fuente:

Arte vs. Publicidad ilegal

El 25 de abril de 2009 activistas de la ciudad de Nueva York vestidos con chalecos anaranjados fluorescentes tomaron por sorpresa las calles de Manhattan en un intento por aliviar a los peatones del exceso de afiches y vallas publicitarias.

El grupo integrado por artistas, arquitectos e incluso programadores de software y biofísicos reemplazaron en tan sólo veinticuatro horas 126 publicidades en infracción por arte callejero.

Esta ambiciosa campaña empezó a tomar forma hace algunos años cuando uno de sus líderes Jordan Seiler descubrió que miles de afiches y vallas en Nueva York no contaban con la licencia necesaria, algunos hasta violaban leyes vigentes desde la década de los ‘40. Con este movimiento buscan “volver a ganar espacios que son de la comunidad, aliviarnos de tanta contaminación visual y que la gente se comprometa a defender un lugar que le pertenece”.

Pese a que la campaña logró cierto éxito, algunos artistas fueron detenidos por la policía y la mayoría de las obras de arte volvieron a ser cubiertas con publicidades.

En Los Ángeles, Toronto y París también se han registrado acciones similares.


Fuentes:
Public Ad Campaign
Adbusters
Rocketboom

Subvertising o Contrapublicidad

El término “subvertising” (o “contrapublicidad”) proviene de los vocablos en inglés subvert (que significa subvertir) y advertising (que se traduce en publicidad). Según Subvertising.org es "el arte de la resistencia cultural, de la pintada en la pared, el sticker en un farol, la frase modificada de una valla publicitaria, la camiseta-parodia". Esta corriente busca justamente subvertir, alterar, trastornar, destruir la publicidad. Critica esta disciplina y la cultura de consumo alterando el contenido de avisos. Se entiende como un medio de expresión social, que no siempre persigue fines contra publicitarios. Bajo los nuevos mensajes se esconden todo tipo de reivindicaciones de ámbito social o político, o incluso formas de arte urbano. La contrapublicidad nació en la costa oeste de Estados Unidos, y luego se extendió a las ciudades europeas. Hoy se encuentra en todo el mundo. A partir del 2000 se registraron acciones notorias, mucho más planificadas y organizadas llevadas a cabo por grupos de movimientos antiglobalización

Fuentes:
Wikipedia - Subvertising
Wikipedia - Contrapublicidad
Adbusters
subvertising.org
Rocketboom

Algunos ejemplos de contrapublicidad


San Pablo (Brasil): "Ciudad Limpia"

San Pablo es la primera gran ciudad no comunista en eliminar la publicidad exterior de sus calles. Esto se logró gracias a la ley "Ciudad limpia" promovida en el 2007 por la urbanista Regina Monteiro y auspiciada por el alcalde Gilberto Kassab.

Este reglamento lucha por eliminar la contaminación en la cuarta ciudad más grande del mundo; tanto la medioambiental, como la acústica y la visual. En el caso concreto de la publicidad exterior, parece que un exceso de contaminación visual genera un estrés innecesario a los ciudadanos de la gran ciudad de Brasil.

Esta medida fue tomada con agrado por la mayoría de sus habitantes, que pudieron redescubrir edificios y paisajes que habían estado tapados por la publicidad hasta este año. Para Monteiro, la ciudad debe mostrar mensajes que se adapten a escala humana, sin tener que levantar la cabeza para verlos. Pero, por otro lado, se generó la oposición de los anunciantes y de las agencias de publicidad. Esto se debe a que se estaría perdiendo una audiencia aproximada de 11 millones de personas. La Asociación Brasileña de Anunciantes (ABA), junto a asociaciones y sindicatos vinculados a la publicidad, acusaron a la Ley "Ciudad limpia" de ser una medida excesivamente restrictiva y generar desempleo en el sector. Clear Channel Communications, una agencia de medios que resulta muy perjudicada por la ley, considera que la publicidad exterior es también parte de la cultura en la que estamos inmersos.


Fuente:
Diario Tinta Digital


Libertador, primera avenida porteña sin carteles

El Ministerio de Espacio Público del Gobierno porteño retiró, desde fines del año pasado, 76 de los 93 carteles ilegales situados sobre terrazas de edificios de departamentos y en clubes ubicados sobre Avenida Del Libertador.

La ordenanza 41.115 prohíbe totalmente los carteles en zonas residenciales y la nueva Ley de Publicidad Exterior también.

Al principio, los carteles de publicidad y las estructuras eran quitadas con ayuda de la Guardia de Auxilio, pero esta sólo podía retirar dos por semana, por lo que contrataron cuatro grúas, 2 camiones, veinticinco personas y dos camionetas trabajando 5 días a la semana hasta diez horas para poder sacar hasta veinte carteles por semana. La operación también se encarga de quitar marquesinas y cableados ilegales.

Los trabajos continuaran en el Microcentro y Figueroa Alcorta para luego comenzar en otras zonas de alto tránsito como Corrientes y Las Cañitas.

Fuente:
Diario Clarín

El gobierno de Buenos Aires intima a retirar carteles en infracción

El 24 de agosto de 2008 el gobierno porteño intimó a empresas de publicidad en vía pública a poner en regla 35 carteles callejeros en infracción en la zona del Obelisco. Cuadrillas de empleados públicos les pegaron la correspondiente faja mediante la que se les advirrtió de tal irregularidad.

Las empresas no tardaron en reaccionar. Dijeron que las infracciones no correspondían y amenazaron con concurrir a la Justicia por entender que esa medida les provocaba un perjuicio económico con sus anunciantes.

Presencia de publicidades sin habilitación, con el permiso vencido o mal otorgado, lo que según el gobierno pone a las empresas fuera de la ordenanza 41.115/85, que hoy regula la publicidad callejera, fueron los motivos por los que se intimó a esas firmas a regularizar la situación dentro de los siguientes 15 días.

¿Bajo qué circunstancias un anuncio es ilegal?

La normativa establece que no están permitidos los anuncios que afecten el aspecto urbanístico del entorno en el que se encuentren instalados. Por esta cuestión, se consideran ilegales a:
- Aquellos que por su ubicación, magnitud o estructura perjudican el punto de vista técnico y urbanístico, ya sea en lugares frente a fuentes, estatuas, monumentos, plazoletas o plazas, entre otros sitios.
- Los carteles ubicados a nivel de las vías férreas.
- Anuncios luminosos e iluminados en balcones.
- Los que obstruyan la visual en la zona de seguridad en esquinas.
- Los anuncios frontales ubicados por debajo de los 2,20 metros, y que no estén integrados a los lineamientos de la fachada.

Fuente:

Diario La Nación